Daruma Grande

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Daruma Grande

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Marca: koi




El Daruma grande destaca por su acabado artesanal y sus detalles en negro y dorado, que le confieren una presencia imponente y tradicional. Fabricado en cerámica y pintado, cuenta con una ranura posterior donde se introduce un papel con el deseo o meta personal.
Según la costumbre japonesa, se pinta un ojo al formular el deseo y el otro al cumplirlo, simbolizando la constancia hasta alcanzar la meta.
Su diseño equilibrado y su tamaño lo convierten en una pieza decorativa y espiritual para el hogar o el trabajo.
Un Daruma premium, ideal para regalar o iniciar rituales de propósito personal y renovación.

Precio de 1 unidad.

Artículo solo para adultos.

Medidas: 10cm.

El significado del Daruma japonés

El Daruma es uno de los amuletos más emblemáticos de la cultura japonesa. Representa la perseverancia, la buena suerte y la determinación para alcanzar los objetivos. Su forma redonda y sin brazos ni piernas se inspira en la figura del monje budista Bodhidharma, fundador del Zen, quien —según la leyenda— meditó tantos años sin moverse que perdió la movilidad de sus extremidades.

Por eso, el Daruma siempre vuelve a levantarse cuando se le empuja: simboliza la enseñanza japonesa “Nanakorobi yaoki” (七転び八起き), que significa “Caer siete veces, levantarse ocho”.

Podemos ver Darumas en diferentes colores, pero el tradicional japonés, es rojo.


Cómo se utiliza

El ritual tradicional del Daruma es un acto de propósito personal.

  1. Al recibirlo, se pinta uno de los ojos mientras se formula un deseo o una meta concreta (salud, amor, éxito, proyectos…).
  2. El Daruma se coloca en un lugar visible como recordatorio diario del compromiso.
  3. Cuando el deseo o la meta se cumple, se pinta el segundo ojo en señal de gratitud y logro.

Este gesto representa el ciclo completo de la determinación y la recompensa del esfuerzo.


La tradición del fuego

En Japón, al finalizar el año o al cumplir el objetivo marcado, es costumbre llevar el Daruma a los templos para su ceremonia de quema ritual, llamada Daruma Kuyō.
Allí se agradece la protección recibida y se devuelve simbólicamente al universo el espíritu del amuleto. Después, se puede adquirir un nuevo Daruma para fijar nuevos propósitos y continuar el ciclo de crecimiento personal.


Símbolo de superación

Más que un adorno, el Daruma es una metáfora visual de la fuerza interior.
Su mirada serena, su color rojo protector y su forma inestable pero siempre erguida recuerdan que el verdadero éxito está en no rendirse jamás, incluso después de caer.